viernes, 5 de junio de 2020

Las fábulas, una alternativa pedagógica para fomentar la paz

FÁBULAS PARA LA PAZ

Hola amigos del blog tetro para la paz, soy Luis Giovanni Quiceno, les cuento que muy pronto estaremos subiendo unas obras de títeres aprovechando algunas hermosas fábulas escritas en estos tiempos de pandemia, en las cuales se hace reflexión sobre asuntos muy importantes del campesinado, así como temas que ayudan a fortalecer los valores, la convivencia, la paz, y el cuidado y conservación del páramo y su hermosa fauna.

A continuación los dejo con una fábula de mi autoría

Gato rico gato pobre

Gato gris Imágenes Vectoriales, Ilustraciones Libres de Regalías ...
Hubo una vez dos gatos hijos de la misma gata, a  uno lo crio una supuesta familia pobre, y al otro una supuesta familia rica.

El gato pobre  se llamaba Félix y el gato rico, Tristán. Desde muy pequeño Félix hacía sus propios juguetes,  una simple caja de cartón podía ser para él un gran castillo, el palo de la escoba era para él un rápido corcel, una botella o una bolsa de plástico rellena de basura podía ser un grandioso balón de fútbol, y un costal y las plumas de una gallina eran un espléndido disfraz de indio.

 A Tristán todo se lo compraron nuevo; además dormía en una hermosa cama de plumas, lo alimentaban con comida importada, le arreglaban las uñas, y hasta tenía su propia habitación en un lujoso apartamento.

Félix vivía en los árboles, en las alturas de los techos y en los campos, dormía sobre un viejo saco de lana, al lado de una cálida estufa de leña.  Cuando tenía hambre simplemente cazaba o bajaba frutas de los árboles; y hasta nadar sabía, lo cual hacía en un hermoso río que pasaba cerca de su finca.

Un día un tal coronavirus los atacó a todos, a ricos y a pobres. El gato rico confinado en sus cuatro paredes muy aburrido estaba, mientras el gato pobre, alegre y dichoso de un gran paraíso natural gozaba.

Tristán, muy desesperado y sin importar el riesgo de contagio, rompió la cuarentena y se fue a pasar el puente a la finca de un gato amigo, en el camino su camioneta chocó y el felino quedó colgando al borde de un abismo que  a una honda laguna caía, el pobre gato que ni trepar árboles, ni mucho menos nadar sabía, más asustado cada vez se ponía y ya presentía que sus siete vidas al final llegarían.

Pero lo que no sabía era que cerca de allí su hermano Félix vivía y como en una película, los dos se encontrarían. Usando su creatividad y los grandes talentos que había desarrollado, a su hermano Tristán rescató y sin un rasguño, sano y salvo lo dejó.